Capítulo 18- Si los baños hablasen...

-¿Que estás haciendo Anna?¿Me lo puedes explicar? - Estaba ahí apoyado con una mano en el lavabo después de haber cerrado el pestillo de la puerta de los servicios del local .

-¿Cómo que que hago? No estoy haciendo nada!

-Ah, no?- ¿por esta expresión supongo que ya sabeis quien será mi secuestrador no?pues eso...-¿Que haces con Miki? ¿Estás con él?Este truco es muy viejo Anna...conmigo no te funciona...- se le veia molesto, y enfadado a la vez.

-No te voy a dar explicaciones...igual que tú tampoco me las diste a mi, ¿es lo mismo no?, pues ya está.- Me dispuse a salir sin decir nada más pero me bloqueó el paso con el brazo.

-No hemos terminado...

-Ah,no?-dije imitándolo- yo creo que hemos terminado hace mucho tiempo Daniel...

Antes de mi segundo intento de huida, me volvió a frenar. Me cogió fuertemente por la cintura, pegándome a él y empujándome hasta acorralarme en la pared del fondo mientras sentía su aliento en mi cara. Me estaba clavando los dedos en la caderas de apretarme tan fuerte contra él, estaba demasiado furioso.

-¿Le quieres?- me soltó sin más.

-Le miré a los ojos, a pocos centímetros de los mios- no lo sé...-y giré la cara para bajar la vista al suelo de mi derecha. Vi por el rabillo del ojo como cerraba los ojos, apretaba la mandíbula y respiraba hondo. Una lágrima escapó de mis ojos. Me la sequé con disimulo.
Noté como me soltaba la cintura y se separaba de mi

-Anna...

-¿Que?- le pregunté aun sin mirarlo- dio un paso hacia mi, me cogió la barbilla y me giró la cara para mirarme.Abrió la boca para decir algo pero se calló...

-Nada, da igual...- me contesto secamente y se dio la vuelta dirigiendose con paso firme a la puerta. Corrí a bloquearle el paso. Y le empujé hacía donde antes.

-Daniel! No puedes dejar de hablarme, liarte con otra, encerrarme en un cuarto de baño e interrogarme para dejarme así! ¿Entiendes? ¿Que me ibas a decir?!- La verdad es que a veces consigue sacarme de mis casillas.

Se quedó callado para hablar tras pasar unos segundos- en realidad no venía a decirte nada- sacudí la cabeza confusa.

-¿Entonces que quieres Daniel?! No te entiendo, no entiendo tu forma de actuar, no se lo que piensas, no entiendo tus cambios de actitud ni tus jueguecitos, estoy harta! Estoy harta de que me hables y me dejes de hablar cuando te de la gana! De que me vuelvas loca porque ya no se que pensar y de que no me dejes dormir cada noche!- ups...esto último se me escapó...e hizó que Dani me mirara incredulo.

-¿Cómo que no te dejo dormir? Si no hago nada! Espera...

-No, me he expresado mal!, quería decir qu.-me cortó

-¿Con eso quieres decir que sigues soñando conmigo?- me miró ansioso de respuesta- ¿quieres decir que no estás enamorada de Miki?...
Me quedé pensando que decirle...¿debería decirle la verdad?No claro que no...

-Por supuesto que no! No te creas el ombligo del mundo Daniel!- grité enfadada intentando empujarle, lo que no sio ningun resultado...- Me has entendido mal!Y dejame salir ya!

-No, te he entendido perfectamente- dijo sin inmutarse ante mis golpes. Y en un abrir y cerrar de ojos tenía sus labios presionando fuertemente los mios, antes de que me hubiese dado tiempo a reaccionar.
No Anna, ahora estás con Miki, Dani no tiene derecho a jugar contigo cuando quiera!Le empujé el pecho para
separarme de él. Pero lo único que conseguí fue que me apretara más entre la pared y su cuerpo.
Por un momento conseguí separar mis labios de los suyos, aún forcejeando.

-Te odio Daniel, te odio con todas mis fuerzas!- dije gritandole. Paró de forcejear. Se separó de mi y me miró sin tocarme.Le volví a empujar. Yo ya tenía los ojos llenos de lágrimas.Se quedó callado.

-Yo también sueño contigo todas y cada una de las noches desde que te fuiste- se giró para irse y empezó a andar.

-Dani!- volvió a girarse hacia mi desde más lejos. Estaba serio, con algo de tristeza en la mirada. Yo tampoco dije nada por un instante.- ¿T.Tu...no estabas enamorado de Lara?!¿Crees que puedes ir besando a la gente cuando te de la gana?!
Dani entornó los ojos por lo que le decía, harto de mis gritos.

-Anna cállate ya!! Sólo tú puedes hacerme feliz ¿te enteras?! Nadie más!!! Lara no significa nada, estoy con ella solo porque creia que así te olvidaría y justo cuando creo que lo estoy consiguiendo veo como besas a Miki y ...- ahora el que me gritaba era él, a la vez que se acercaba a mi cada vez más desde la puerta de salida, aún cerrada.

-¿Y...qué?- le miré esperando que continuara la frase.

-Nada- protesta molesto y se da la vuelta para salir.

Corrí hacía él, entendí perfectamente lo que me había dicho aunque no hubiese terminado la frase. Lo agarré de la parte de atrás de la camisa y tiré de él para frenarlo. Se dio la vuelta con inteción de protestar, pero volvió a callarse y se limitó a mirarme con tristeza...resoplando por la impotencia. Yo también lo miraba, de frente con lágrimas que querían salir de mis ojos.
Antes de darme cuenta, no se si porque él se lanzó sobre mi, yo sobre él o fuimos los dos...; volvía a saborear sus labios. Pero esta vez no hice nada por intentar separarme de él. Todo lo contrario.

-Te odio- le dije sin separar mis labios de los suyos- Te odio

-¿Estás...segura?- me dijo entre besos, aún tenía mucha rabia contenida.

-S.Si...- Le mordí el labio.

-Pues...no lo parece...- dijo suspirando en mi boca. Me besó de nuevo.- ¿Sigues odiandome?- preguntó con sus labios en los mios.

-Si...t.te..o.odio...-Abrió su boca haciendo que la mia hiciera lo mismo. Noté como su lengua empezó a colarse en mi boca buscando la mia. Y no tardó en encontrarla y hacer que mis remordimientos por estar con Miki ahora se desvanecieran.
Le rodeé el cuello con los brazos atrayéndolo más hacia mi y separé mis labios de los suyos dejando escapar un suspiró en su cara. Vi como se mordía el labio inferior.

-Te quiero...- le susurré una milésima de segundo antes de volver a su boca.

Entre beso y beso le oi decir en voz baja- Te...amo...princesa...- eso me mató ya del todo. Me daba igual que Miki y Lara estuviesen fuera, que nos pillara alguien, que me utilizara una vez más para luego dejarme o que mi móvil estuviera sonando en este mismo momento. Se agachó para hacerme saltar a su cintura, y así lo hice.
Aquí me tenía, entre la pared y él, casi sin respiración, no por el hecho de estar así, sino porque tenerlo cerca hacía que me faltara el aire. Besarlo es...como una droga...no se si me explico, aunque quieras parar de hacerlo, no puedes. Me agarró con fuerza y nos metió en uno de los baños individuales, cerrando el pestillo tras él.
Me desabrochó el vestido y lo tiró a un lado para empujarme contra la pared de nuevo. Me encantaba notar su aliento en mi boca. Empezó a besarme el cuello, provocándome mil sensaciones...fue bajado por el escote, cintura, y paró en mi tripa. Notaba su respiración cálida en mi barriga, y sus manos acariciando mis muslos y mis caderas. Le quité los pantalones y la camiseta  para quedar ambos semidesnudos. Le obligué a sentarse sobre la tapa del retrete.

-Y si nos pillan, Annita...¿que hacemos?

-Ahora solo me importas tú. Cállate.

Le besé con todas mis ganas y me senté sobre él rodeandolo con las piernas. Me recorría la espalda con sus caricias arrastrando mi sujetador. Yo tenía enredados mis dedos en su nuca. No tardó en levantarme con él y sentarme sobre la cisterna terminando de hacer desaparecer la última prenda de ropa interior que me quedaba, yo hice lo mismo. Abrió mis piernas para colocarse en medio de estas, y al poco tiempo estábamos haciendo el amor. No separamos nuestros labios en el mayor tiempo que pudimos...pero no pude seguir en silencio. Me daba igual si nos oia alguien. Empezó a besarme el cuello mistras yo alzaba la cabeza hacía atrás, subió hasta mi oreja.
Mientras me hacía el amor me susurró al oido- Anna...te...necesito...- le costaba hablar, pero yo lo había oido perfectamente. Sus manos jugaban por mi cuerpo, mientras me abrazaba. Yo tenía enterrada mi cara en su cuello...me faltaba el aire, pero no paré de besarle...subí por su mandíbula hasta llegar a su boca y pararme frente a ella, mientras nuestras respiraciones aceleradas se mezclaban.

-Te..quiero...mas que a nada en este mundo...Daniel, vivo por..y para ti...- y me volvió a besar con todo el amor del mundo haciéndome llegar a lo más alto.
Justo unos segundos después llamaron a la puerta de fuera...alguien intentaba entrar, pero la puerta principal estaba cerrada...